Este es el barrio donde vivió muchos de sus años Claudio Lepratti, militante social que llevó adelante una importantísima tarea social con los jóvenes de unos de los barrios más duros del país. Todo un trabajo que dio sus frutos. Allí funciona el bodegón cultural “Casa de Pocho”, en el lugar que era su casa.

Claudio “Pocho” Lepratti nació un 27 de febrero de 1966 en Concepción del Uruguay, Entre Ríos y fue asesinado un 19 de diciembre de 2001 en el barrio La Flores de Rosario, mientras desempeñaba su trabajo en una escuela de ese barrio rosarino, en medio de una represión feroz que desencadenó el asesinato de 7 personas más en la provincia de Santa Fe y que todavía no cuenta con un responsable político y sólo hay un agente de policía preso. “La muerte del compañero multiplicó su presencia” asegura Emilio del grupo “La Vagancia”, una de las agrupaciones que realizan hacia finales del mes de febrero, para el cumpleaños de Pocho, estos carnavales en Ludueña, y que formó parte de los pibes que trabajaban con Pocho.

Impulso permanente de responder al desafío mismo de la vida

Pocho cumplía funciones no docentes en una escuela al otro lado de la ciudad, en la zona sur, donde la represión en 2001 se hizo más patente. Desde el techo del comedor de esa escuela, este compañero de ATE, pidió por la seguridad de todos los chicos que estaban comiendo. Muchos creemos que dio su vida para defender la integridad de esos 150 pibes que comían todos los días en esa escuela. Y justamente, muchos pensamos como Emilio, que se multiplicó en el preciso instante en que la policía santafesina bajo el comando del entonces secretario de seguridad, Enrique Álvarez, y la gobernación de Carlos Alberto Reutemann, le dio el tiro de gracia.

Multiplicar la vida, una necesidad

En estas tres jornadas de fiesta que se van a llevar adelante en la Plaza Pocho Lepratti, en la intersección de las calles Vélez Sarsfield y Liniers, niños, jóvenes y viejos van a demostrar que la alegría es la mejor arma de resistencia que existe. El carnaval comenzará el jueves pintando murales, armando talleres, escuchando las bandas de diversos géneros musicales. Entre otros, se harán talleres de percusión, armado de máscaras, y el viernes será un día de reflexión y Asamblea y los compañeros se juntarán para ver qué quedó del día anterior, y cómo seguirá el 2009, año en el que se prevén muchas actividades.

Emilio Abecasi aseguró que la comunicación con los vecinos del barrio, la realización de un taller con los escritos y prácticas de Pocho son “prácticas que fortalecen y que nos muestran otro modo de hacer las cosas”, María que está a su lado aclara que “este es un laburo que se viene haciendo desde hace años, donde nos encontramos un grupo de gente que tiene una fuerza impresionante para seguir con el trabajo que vino haciendo el Pocho, que echó raíces, y esa es la consigna para este año, las raíces”. María, estudiante de ciencias económicas, es una de las talleristas que trabajan en el la casona de Pocho, su trabajo es definido por ella misma “como un taller de inventos, donde se intenta hacer ciencia con los chicos”.

Los chicos del barrio van a ser protagonistas, desde los talleres y grupos que se han formado en todo este tiempo van a reflexionar, jugar, pintar y también van a hacer murales que van a ser suyos, donde nadie les va a explicar como hacerlos. “De algún modo pensamos que el carnaval es todo el trabajo del año, y siempre pensamos que refleje parte del trabajo que se viene haciendo”, dice María. Y contenta aclara que este año es el primer año donde también van a participar los talleres de mujeres del barrio, talleres de género donde se llegó a discutir y a viajar al encuentro de mujeres en Neuquén, “el sábado vamos a mostrar más que nada lo que sucede en la casa”.

A lo mejor por las calles de Rosario, vio usted las pintadas, Pocho vive, más que nunca y sobre todo en el carnaval. Venga al carnaval y disfrútelo.