Bienes naturales y modelo productivo
Andalgalá y la Tupac: Con el ejemplo del cacique Juan Chelemin
Miércoles 3 de marzo de 2010, por Prensa Tupac Amaru *

Hace 400 años los pueblos originarios del valle Calchaquí – nos escribe Raúl Brizuela, referente de la Tupac Amaru Catamarca- junto a su bravo cacique nacido en Andalgalá Juan Chelemin, se levantaban contra los conquistadores españoles quienes venían a saquear nuestras riquezas. Esa es la historia. Y la historia suele dejar sus rastros y no olvido, un estarse en el alma de cada protagonista.

El lunes 15 de febrero pasado, el pueblo de Andalgalá nuevamente dijo basta al atropello de las grandes multinacionales mineras que creen que seguimos siendo colonia y que sólo basta comprar las conciencias de los corruptos gobernantes de turno. Se equivocaron, como se equivocaron el intendente justicialista Perea, el gobierno radical de la provincia y los jueces y fiscales que creyeron que el pueblo de Catamarca iba a quedarse de brazos cruzados viendo como nos quedamos sin nuestros recursos naturales y con nuestro suelo y agua contaminados.

La codicia no los dejan ver la miseria y muerte futura que nos dejan.

Muchas máscaras se cayeron en estos días, entre ellas la del gobierno provincial de Brizuela del Moral -cobista, y quizás con esto basta para definirlo- quien tiene como bandera electoral la paz social y se tilda de progresista. Ya venía anticipando la decisión de defender “a como diera lugar” la instalación de la mina Agua Rica cuando en dos oportunidades, mandó jóvenes de Franja Morada y la Juventud del Frente Cívico a escrachar e impedir la conferencia del cineasta Pino Solanas y a enfrentarse a los militantes ambientalistas hace pocas semanas.

Igualmente el intendente de Andalgalá había amenazado de muerte a los que cortaban el paso de las maquinarias de la empresa minera, otro tanto le cabe a la prensa oficialista que quisieron ocultar lo inocultable. La represión del lunes pasado fue el final anunciado. Con la pueblada se logro suspender momentáneamente el emprendimiento minero, pero la lucha sigue, ahora vamos por más: la suspensión definitiva de la megaminería a cielo abierto en toda la provincia. No contra la minería sustentable promotora de desarrollo genuino, sino contra estos grandes emprendimientos contaminantes, contra el saqueo y la expoliación de los recursos naturales.

Creen que el dinero lo puede todo y no saben que los pueblos no se suicidan. Por eso rescatamos la figura legendaria de cacique Juan Chelemin: la pelea es la misma. Se viene mutando de acuerdo a las diversas circunstancias por la que pasa nuestro pueblo, pero son marcas, presencias: eso lo vimos en la pueblada de Andalgalá.

Hasta aquí, lo escrito por el compañero Brizuela. Pero…

Para que se entienda: No es sólo Andalgalá.

Es la cordillera y es la codicia de las multinacionales.

Probablemente, muchos compañeros y compañeras tendrán todavía la imagen aquella una mina que perfora la tierra en búsqueda de una vena rica de metal... Pero en realidad todas esas venas ya se agotaron. La industria minera se ha transformado radicalmente. La tecnología hoy día es distinta: se basa en la recuperación de cantidades proporcionalmente mínimas de metal a base de procesar cantidades ingentes de mineral, en un área muy extensa. Las minas de hoy en día son hoyos enormes, de cientos de metros de profundidad, y que devoran montañas enteras.

Así son las minas Pascua Lama en Chile, San Luis Potosí en México, y Marlin en Guatemala. En el caso de San Luis Potosí, la mina ya se comió la mitad de la montaña que es el símbolo del Estado del mismo nombre. Ubicada a sólo unos metros de la ciudad, los desechos de la mina están sobre la fuente de agua potable de la ciudad. En Cerro de Pasco, Perú, la expansión de la mina ha forzado varias veces la evacuación del centro de la ciudad. La mina iba comiéndoselo.

Es cierto que las minas ofrecen empleo, pero no lo hacen en gran número, y esos empleos tienden a durar, a lo máximo, una generación. Una mina normalmente no funciona más de 20 años.

Muchas minas en América Latina se establecen en zonas con poca agua. A menudo la mina aprovecha la única fuente de agua: el río. Además, en algunos casos, esas aguas constituyen la fuente de agua potable para muchas comunidades humanas, incluso para grandes ciudades. Si esas fuentes son contaminadas, el riesgo para la salud de la población es enorme. En zonas tales como Sipacapa en Guatemala (donde está la mina Marlin), ya se han documentado problemas serios de salud, sobre todo entre los niños.

Las compañías mineras contestan esas quejas diciendo que tienen nuevas tecnologías que reutilizan el agua para evitar la contaminación. Sin embargo, sigue pudiéndose constatar la filtración de tóxicos que salen de los desechos. Y lo que es peor: esa filtración puede continuar durante siglos. La gente tiene miedo de beber el agua del río o de sus pozos. Tienen miedo también de comer sus propios productos.

Esta es la historia presente.


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Equipo de Comunicación de la Organización Barrial Tupac Amaru-CTA

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