A continuación, parte del diálogo mantenido con Dediú:

¿Cuál es la magnitud del brote?

Empezamos a medir su gravedad cuando muchos afiliados, inclusive la secretaria gremial de la localidad de Iguazú se vieron afectados por la epidemia. Ellos dicen que hay casi 600 casos pero eso hay que multiplicarlo por cinco ya que hay que tener en cuenta todo el contingente familiar. Por otra parte, aquí las familias son muy numerosas.

¿Qué actitud tomó el Gobierno ante la denuncia de ATE?

Se hace el distraído ya que teme que la epidemia termine reduciendo el turismo. Mientras tanto, la enfermedad que entró por Iguazú ya llegó a gran parte de la provincia. De todas las localidades llegan reportes de compañeros afectados.

¿Qué se está haciendo en materia de campañas?

Pasan a fumigar en los barrios más carenciados. Se han realizado campañas de descacharreo en barrios que están ubicados al lado de basurales. Para combatir el dengue hay que hacer prevención en serio y eso empieza por terminar con las condiciones de miseria en las que sobrevive la gente.

¿Cuál es la política de salud del gobierno provincial?

No hay. El Gobierno gastó solamente el cinco por ciento de presupuesto de Salud, eso te da una idea de lo que hacen. Ayer las autoridades nacionales inauguraron un nuevo hospital. Es una cáscara vacía. Para colmo, la idea que tienen es que se atienda allí la gente que tiene obra social, mientras el viejo hospital central estará dedicado a los pobres, la gente que más necesita atención. Hablamos de un nosocomio que se cae a pedazos.

¿En qué condiciones están los trabajadores de la salud?

Somos alrededor de 7.500 compañeros. Por lo menos 700 están precarizados. Los salarios son bajísimos. Un compañero de la categoría más baja cobra 255 de básico y 1.300 de bolsillo. Es decir la mayoría cobra en negro.