El lunes 22 de febrero los trabajadores de LV2 decidieron en asamblea ocupar pacíficamente la sede de la emisora en reclamo de los salarios adeudados y fundamentalmente para preservar la fuente laboral de 65 familias.

Este lunes 22 de marzo los trabajadores de LV2 continúan con la ocupación y esperando que alguien asuma la responsabilidad de dar una respuesta a sus reclamos para terminar con esta incertidumbre y angustia que golpea fuertemente el corazón de los trabajadores de la radio, pionera de la radiofonía cordobesa.

Ha pasado un mes de la histórica ocupación y el silencio de radio continúa. Nadie de la patronal dio señales de vida y el tiempo pasa inexorable para los compañeros que contra viento y marea llevan adelante una lucha ejemplar con el firme propósito de defender el patrimonio de la radio, en definitiva su patrimonio.

Dos festivales y un conmovedor abrazo solidario marcaron a fuego el apoyo de organizaciones sociales, sindicales y políticas, como así también de la gente que espontáneamente se sumó a esta patriada de los trabajadores de LV2 de luchar hasta las últimas consecuencias para que la señal AM 970 siga al aire como hace ya 82 años.

Programas especiales, música y comunicados informando sobre la situación a la ciudadanía cordobesa, son una constante en la programación de la radio que transmite las 24 horas desde hace treinta días.

“Qué no decaiga” es la frase de aliento más escuchada por estos días entre los compañeros y que retumba en los pasillos y estudios de la radio. Hay que estar en el pellejo de esta gente que cada día redobla sus esfuerzos para no aflojar y seguir adelante en esta titánica lucha contra un patrón ausente.

¿Sin patrón se podría afirmar? Y hasta ahora, rotundamente que sí, porque desde hace un mes exactamente los trabajadores no tienen un interlocutor válido para exigirle explicaciones sobre lo que está pasando en la empresa, hoy propiedad de dueños fantasmas o desconocidos.

¿Fantasmas? Sí, fantasmas porque sus propietarios originales: el Grupo Vila-Manzano dice vendió su parte ¿a quién? vaya uno a saber, y otro que llama de un teléfono “rojo” desde algún lugar de Buenos Aires diciendo que “está todo arreglado” y que siempre promete que “la semana que viene” se hace cargo de la radio.

Se menciona también a un inubicable director titular de Radiodifusora Mediterránea SA, doctor Ignacio Soba Rojo, con supuesto domicilio en avenida Santa Fe 1476 octavo piso de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y “googleando” sobre el paradero de este señor se llega a la página http://www.parroquiasannicolas.com.ar/grupo_circulo_biblico.htm que menciona al “doctor” como un animador del Grupo Círculo Bíblico de la Parroquia Basílica “San Nicolás de Bari”, curiosamente con domicilio en Avenida Santa Fe 1352, a una cuadra de su domicilio.

Cómo se lee no hay certeza de quien tiene la responsabilidad de responder a los legítimos derechos de los trabajadores de LV2, que pese a todas sus desventuras le siguen poniendo el pecho a las balas.

Todavía resuenan las palabras del compañero Emilio Molina Salas en el primer festival solidario cuando dijo que “los trabajadores LV2 estamos acá porque queremos trabajar” o las del secretario general del Círculo Sindical de la Prensa y la Comunicación de Córdoba (Cispren-CTA), Guido Dreizik al afirmar que “en estos momentos la radio es de los trabajadores porque sus dueños los abandonaron a su suerte”.

Fuente: www.prensared.com.ar