Terremoto en Chile
Solidaridad de clase
Viernes 26 de marzo de 2010, por Corresponsalía Neuquén *

El 23 de marzo se efectivizó el primer envío de ayuda para los damnificados por el terremoto en Chile por parte de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE-CTA) de Neuquén, el cual fue entregado a integrantes de la Central Unitaria de Trabajadores de Chile (CUT).

Cesar Sagredo y Diego Urretabizkaya, en representación de la CTA Neuquén se trasladaron hasta la localidad de Temuco a fin de reunirse con sus pares Chilenos de la Central Unitaria de Trabajadores de Chile (CUT). Fueron recibidos por el Secretario General de la IX Región, Julio Suazo Palma.

Un camión de la Municipalidad de Neuquén, que colaboró con este envío de ayuda, trasladó frazadas y colchonetas, las cuales habían sido solicitadas desde chile como ayuda prioritaria ya que numerosas familias se encuentran durmiendo en carpas, en un momento del año de clima adverso ya que comenzaron los primeros fríos y lluvias.

En la mañana del día 23 los trabajadores de las dos centrales fueron recibidos por el Intendente de la localidad de Temuco, Andrés Molina, quién agradeció la ayuda y remarcó la capacidad de articulación de los trabajadores de los dos países.

Por su parte Suazo, narró al mandatario la relación de años de las dos Centrales, las cuales han creado vínculos fuertes y han posibilitado diversos trabajos en conjunto. También mostró su agradecimiento a los trabajadores argentinos de la CTA Neuquén, con los cuales han estado permanentemente hermanados y que solidariamente concurrieron en ayuda en este durísimo transe que transita la región chilena.

En pocos minutos, a través de la ONEMI (Oficina Nacional de Catástrofes) y de la Central Chilena, las frazadas y colchonetas partieron hacia los distintos puntos en los cuales las necesidades eran más urgentes. El terremoto ha golpeado duramente a Temuco y a la zona costera, dejando a su paso cientos de fallecidos, ciudades devastadas, miles de personas sin trabajo y sin posibilidad de abastecerse de menesteres básicos y sin poder contar con energía eléctrica y agua potable.

El proceso de reconstrucción llevará varios años según los entendidos y existen enormes dificultades para la construcción, al menos, de casillas precarias por la falta de materiales ya que las fábricas de chapas de zinc se encontraban en la zona afectada por el terremoto. Como siempre sucede, la noticia comienza a desaparecer de los medios, lo cual va a contramano de las grandes necesidades que sufren los habitantes de la zona. Los trabajadores no podemos desentendernos y para eso comenzará en estos días otra campaña en conjunto con distintas organizaciones destinada a proporcionar los elementos más importantes denominada “Un abrigo para Chile”.

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