La reunión paritaria tuvo lugar el martes a las 13.00 en el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación, en la Dirección Nacional de Relaciones del Trabajo, ante las doctora Mercedes Gadea, jefa del Departamento Nº 1 de Relaciones Laborales.

El Sector Empresario ofreció un aumento salarial del 15% sobre las escalas suscriptas por el CART y por el CARNA homologadas por la autoridad de aplicación. Con relación a la negociación de nuevas condiciones de trabajo, como así el carácter nacional del CCT a negociar, manifestó "que también existe voluntad negocial por el sector empresario, respetando las distintas realidades y negociaciones en la actividad azucarera del país y sus respectivas regiones". Finalmente, y en cuanto a la petición de que la negociación resulte comprensiva de toda la actividad derivada del azúcar, la caña de azúcar, y sus derivados, el sector empresario manifiesta haber considerado tal circunstancia y "ser un punto de negociación sobre el cual efectuadas algunas precisiones necesarias a tal efecto, resultaría viable avanzar con un posible acuerdo".

Por su parte, el Sector Sindical manifestó en pleno que al no haber recibido repuesta que satisfaga lo solicitado por parte de esa representación, "teniendo en cuenta que en estos actuados se ha solicitado un salario básico uniforme para toda la actividad azucarera del país, ya que el sector empresarial manifiesta un porcentaje del 15% el cual resulta inentendible en relación a la petición original, tomando a la propuesta salarial como no respondida en los parámetros que se desenvuelve esta mesa negocial". A su juicio, debe tenerse en cuenta que "estamos en una negociación colectiva de actividad que debe fijar los mínimos salariales y de condiciones de trabajo aplicable a todas las empresas del ámbito negocial. Las asimetrías asumidas por la parte empresaria no son oponibles a este modo de negociación por el contrario cabe la posibilidad posterior de negociación en niveles inferiores".

El salario solicitado se fundamenta en " lo dispuesto por la Ley de Contrato de Trabajo, que expresa que: salario mínimo vital, es la menor remuneración que debe percibir en efectivo el trabajador sin cargas de familia en su jornada legal de trabajo, de modo que le asegure alimentación adecuada, vivienda digna, educación, vestuario, asistencia sanitaria, transporte y esparcimiento, vacaciones y previsión.-
En efecto, el salario mínimo, vital y móvil constituye la remuneración mínima que tiene derecho a percibir un trabajador en dinero efectivo y configura el piso de todas las remuneraciones formando parte del orden público Laboral".

En el acta refrendada en el Ministerio de Trabajo, la parte gremial indica que "entendemos que la remuneración básica de la categoría primera, debe tener concordancia con dicha canasta básica, la que lamentablemente no es calculada por el Concejo Nacional del Empleo ni por el Instituto Nacional de Estadística y Censo (INDEC). Lo que sí sostenemos y reiteramos: es que ningún trabajador azucarero debe percibir una remuneración menor a la necesaria para una alimentación adecuada, vivienda digna, educación, vestuario, asistencia sanitaria, transporte y esparcimiento, vacaciones y previsión. La Escuela de Estadística de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Rosario, determinó la suma de $4.000, para la cobertura de la definición de la canasta básica (datos relevados a marzo de 2.010)".

Por los motivos expuestos "estimamos y teniendo en cuenta el valor asignado a la canasta básica, es que ningún trabajador azucarero podrá percibir menos de $ 2.700,00 de remuneración básica para la categoría primera de la actividad".

Representación gremial

Comparecieron en la oportunidad en en representación de la parte trabajadora, la Federación Obrera Tucumana de la Industria Azucarera (FOTIA) a través de Andrés Galván, Pedro Soria, Dermidio Díaz y el doctor Ricardo Véliz en su carácter de asesor letrado y apoderado.

Por la Federación de Empleados de la Industria Azucarera (FEIA) lo hicieron Ramón Correa, Carlos Heredia, Carlos Galván y Rodolfo Reinoso.

Por el Centro de Empleados del Azúcar del Ingenio Río Grande lo hicieron Ángel Roberto Ledesma acompañado por los asesores letrados de la CTA Horacio Meguira y Enrique Alejandro Wandschneider.

En representación del Sindicato de Obreros del Azúcar del Ingenio Río Grande compareción Juan Pablo Gomar en su carácter de asesor letrado, en tanto que por el Sindicato de Obreros y Empleados del Azúcar San Isidro lo hicieron Tito Roque Mamani y los abogados María Adriana Soria, Horacio Meguira y Alejandro Wandschneider en su carácter de asesores letrados.

Por el Sindicato de Empleados del Ingenio La Fronterita estuvo Ramón Alberto Villafañe, por el Sindicato de Empleados del Ingenio Nuñorco lo hizo Mario René Grande y por el Sindicato de Empleados del Ingenio Santa Rosa participó Ramón Véliz.

En representación del sindicato de Trabajadores del Azúcar Ingenio San Martín El Tabacal estuvieron Martín Olivera, Juan Silvetti, Claudio Colque, José Fernández Cortéz, Alberto Medina y los asesores letrados Meguira y Wandschneider.

Por el Sindicato de Obreros y Empleados del Azúcar del Ingenio Ldesma asistieron Ramón Goitea, Héctor Montaño y el doctor René Barrionuevo en su carácter de asesor letrado, mientras que por el Sindicato de Obreros y Empleados del Azúcar del Ingenio La Esperanza lo hicieron José Castrillo, Ariel Toloba y los abogados Meguira y Wandschneider.

En representación del Sindicato de Obreros y Empleados del Ingenio Arno (Villa Ocampo) asistieron Miguel Amarilla y Ángel Aguirre, por el Sindicato de Empleados del Ingenio Concepción lo hizo Luis Viltri y por el Sindicato de Empleados del Ingenio San Juan estuvo José Luis Abregú, por el Sindicato de Empleados del Ingenio Bella Vista José Leguizamón, por el Sindicato de Obreros del Surco de la Industria Azucarera y Agropecuaria de Monte Redondo asistieron Oscar Zurita y Francisco Lazarte y, finalmente, por el Sindicato Azucarero de Misiones participaron José Vargas Pacheco y Arlindo Machado.