
La Federación de Trabajadores de la Energía de la República Argentina (FeTERA-CTA) denunció en la ciudad de La CArlota, en la provincia de Córdoba, actitudes de persecución laboral contra un trabajador de una estación de servicio, quien es además delegado gremial.
Según manifestó Gabriel Martínez, secretario de Organización de FeTERA-CTA, el conflicto se viene reiterando en la estación de servicio Italservice, y contra un empleado quien es además representante gremial, elegido por el resto de sus compañeros.
“Hace un tiempo atrás se decidió elegir en esta estación un delegado, ante el reclamo de los mismos empleados. Pero al mes que ocurriera este hecho, quien fue elegido como delegado, Funes, comienza a ser perseguido. La empresa decide aplicarle cuatro días de suspensión argumentando como motivo que en varias oportunidades no había fichado su salida del trabajo”.
Según Martínez este hecho es un claro gesto de persecución laboral, ya que en dicha estación sus trabajadores fichan la entrada y no así la salida.
Además señalan que por ser este empleado delegado gremial, cuenta con fueros, y que por tanto para sancionarlo la empresa previamente debería haber llevado a cabo un proceso de desafuero.
Ante esta situación el gremio intervino, reclamando se respeten los derechos del trabajador, pero según se señala los empleadores se negaron sistemáticamente a recibir toda notificación o carta documento que le fue enviada. “Por si fuera poco, hay otro caso de una empleada que estaba a prueba por tres meses, pero trabajando en negro. Luego le comunican que no la confirman en el trabajo argumentando que había participado de la elección de delegado”.
La FeTERA entiende que los dueños de la estación de servicio están violando las leyes sindicales argentinas, la Constitución Nacional, y el derecho de los trabajadores a asociarse, como así también la declaración universal de los derechos humanos.
Ante la falta de respuesta de la empresa, el gremio presentó el caso ante la Organización Internacional de Trabajo, por entender que es un hecho de persecución laboral. “Ante esto el empleado volvió a sufrir amedrentamientos y aprietes en las últimas horas porque lo acusan de haber hecho de su caso una cuestión internacional”, concluyó Martínez.
Fuente: Diario Puntal de Río Cuarto
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