
La dirigente de la Organización Bbarrial Tupac Amaru, Milagro Sala,encabezó ayer en ciudad de Córdoba la multitudinaria y emotiva Marcha de los Pueblos Originarios, que partió el 12 de mayo desde Jujuy y que concluirá el jueves con un gran acto en la Plaza de Mayo en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Otras dos columnas procedentes del noreste y del sur confluirán el 20 y participarán de una marcha hasta la Casa de Gobierno.
Las casi cinco mil personas de comunidades del noroeste del país arribaron esta mañana a la capital cordobesa en un centenar de colectivos e inmediatamente se trasladaron al Comedor de la Ciudad Universitaria donde se ofreció una conferencia de prensa.
Frente al comedor universitario, al mediodía, se acondicionó el lugar para recibir a la prensa. Una gran bandera con la imagen de Tupac Amaru hizo de telón de fondo y miles de wiphalas flamearon junto a otros emblemas de las comunidades.
Un grupo de representantes de diferentes edades y procedencias se ubicó en la mesa de frente a los presentes dispuestos a hacerse escuchar. No fue en realidad una conferencia de prensa convencional. Querían expresarse y lo hicieron. Brindaron testimonios creíbles, sencillos y convincentes.
Los diferentes pueblos “venimos caminando por los caminos de la identidad” dijo un miembro del pueblo guaraní. De inmediato Dominga Mendieta dirigió un saludo en las dos lenguas y agradeció el recibimiento. “Estoy muy contenta de estar entre todos ustedes. La hermana Milagro Sala nos ha enseñado este buen camino que ahora estamos transitando para ver a la compañera Presidenta.
Vamos con una sola causa y queremos que todos seamos unidos porque la unidad hace la fuerza. Estoy luchando por un territorio para 36 comunidades. Quiero lo mejor para los jóvenes y los niños, no ya para mí. Por educación, salud, y que nos tengan en cuenta. Porque estamos vivos todavía. Que nuestra pachamama nos ayude a todos y levantemos los brazos”, anunció emocionada.
Santiago Mamaní, del pueblo diaguita tucumano afirmó que están llevando adelante “esta histórica marcha junto con otras organizaciones sociales” y que lo hacen con gran “ánimo”. Trajo a colación una charla con Milagro cuando dijo que “Dios está en todas partes pero atiende en Buenos Aires” y reivindicó el derecho a ser escuchados porque “caminamos por la verdad y por un pueblo plurinacional que nos han diezmado. Para que seamos dignos y no andemos mendigando a nadie. A los que dicen que esos cabezas negras, esos sucios que viven en las orillas, los pueblos originarios somos esto”.
Luis Ángel, otro caminante, dijo que “en este proceso somos familia y tenemos que pensar como tales porque en Salta existen siete pueblos aborígenes. Doscientos años dicen ellos, pero nosotros sabemos que tenemos una historia muy larga. A este proceso lo vienen peleando nuestros ancestros” recordó y agregó que “ahora debe ser la revolución de los pueblos originarios. Hay mucha gente criolla que nos apoya. Nunca hubo una convocatoria amplia como ahora y eso es muy importante. Sigo este camino que debemos seguir todos los jóvenes”, manifestó conmovido.
Manuel Valdivieso aseguró que “estamos yendo a dar nuestra verdad y caminando a la unidad. En cada pueblo que se nos une estamos recuperando nuestra identidad y la espiritualidad. No queremos dioses de ojos azules y niños hermosos con alitas. Estamos dando la lucha por nuestra identidad, la sangre y nuestra espiritualidad”, enfatizó.
Cada participación fue saludada con frases dichas en la lengua madre. También habló la guía espiritual procedente de Bolivia llamada La Madrina. “Hemos venido a romper la cadenas con los hermanos de los pueblos collas. Nosotros somos los dueños de casa y los inquilinos deben irse”, expresó aludiendo al saqueo del conquistador.
María Flores la vocera del pueblo diaguita comentó que junto a otras comunidades han formado una agrupación que reúne a varias provincias. “Este es un primer paso y es histórico. Marchar todos unidos y decir que no estamos divididos. Los pueblos originarios tenemos un solo objetivo: recuperar nuestro territorio tradicional, que nos reconozcan nuestra educación, nuestra cosmovisión, y que se deje de conmemorar el 12 de octubre como el día de la raza. Queremos formar parte de una agenda pública y creemos que este gobierno nos va escuchar nuestras peticiones y aportes”.
Diego Ruiz, miembro del pueblo guaraní contó que esta idea de salir a mostrarse es la continuidad de otras luchas anteriores. “El año pasado nos reunimos en asamblea en Jujuy distintos pueblos y dijimos qué vamos hacer en este bicentenario. El Estado nacional está cumpliendo 200 años ¿y nosotros, que vamos hacer? ¿Vamos aseguir cumpliendo años de atraso, de muerte, de robo, nos vamos a manifestar? Y todos los hermanos dijeron sí. Venimos marchando desde La Quiaca, pasamos por Salta donde hemos tenido algunos inconvenientes, pasamos por Tucumán y nos estamos acercando al objetivo”. Ruiz reclamó de los poderes gubernamentales tierras y educación bilingüe. “Creemos que el 20 va a ser un día muy especial. El Inti nos ha bendecido con este sol que creíamos que no iba a salir”, dijo mirando el horizonte.
Un grupo de mujeres procedentes de Amaicha del Valle testimoniaron sobre las condiciones en que viven. Sin agua para producir, sin leña para cocinar, arrojados a su suerte y como una de ellas bien lo señaló: estamos desamparados. “Venimos con un dolor muy grande, nos han matado a nuestro hermano el Cacique (Javier)Chocobar. ¿Por qué tanto atropello? ¿Porque somos pobres, porque no tenemos dinero, porque defendemos la honestidad, gritamos nuestra cultura, porque no queremos que entre la droga, porque nos vienen a despojar las topadoras, porque no tenemos televisor y cocinamos con leña, porque no tenemos dinero? interpeló. “Dejamos a nuestros chicos allá. No venimos de turismo. Queremos que la Presidenta nos escuche. Nos están matando con la contaminación, estamos quedando pelados como nuestros animales: les pido respeto a nuestra cultura”, finalizó.
“Queremos comer nuestras cosas, las que nosotros cosechamos. No podemos hacer pozos y pedimos que nos solucionen este problema. Toda la vida hemos vivido de la tierra. Desde niños hemos aprendido a trabajarla y con la falta de agua no podemos hacer nada”, añadió otra de las compañeras tucumanas. “Vengo de Tafí del Valle y le pedimos a la Pachamama que nos ayude. Todos unidos así vamos a ganar. Que seamos bien machos: somos mujeres pero a la vez bien machos porque enfrentamos las cosas” agregó otra.
“Que nadie se quede con algo en el buche”, gritó la coplera Pabla Angelina Suárez y ahí nomás entonó una copla y le pasó el micrófono a otro compañero.
Cerró el encuentro Milagro Sala. “Desde mi corazón colla -dijo señalándose el pecho- agradezco el recibimiento a los comechingones”. Recordó que antes cuando no había fronteras eran un solo pueblo. Entonces se preguntó cómo es posible que ahora haya “gente” que no comprende la unidad que se da entre los pueblos originarios y las organizaciones sociales. “Si son los mismos, los que viven en las comunidades, que luchan en contra de la contaminación”, ejemplificó.
“Vamos a Buenos Aires para decirles: estamos presentes en el Bicentenario, pero que nos tengan en cuenta. Recorrimos toda la Argentina y queremos que en la calle digan que estamos presentes y vivos. No queremos que nos saquen fotos por nuestras vestimentas originarias y que nuestros hermanos se sienten con los diputados y senadores y les digan: ustedes tiene leyes, reclamen, y cuando lo hacen las guarden donde no les da el sol”, lamentó.
Más adelante manifestó que ciertos avances como un reciente descubrimiento de petróleo poco les interesa si ese dinero no llega a las comunidades, no da trabajo y contamina. “No queremos que nos desmonten más, ni agachar la cabeza”, sostuvo. Y a los políticos que murmuran “mirá, los indios se ha avivado nos quieren discutir”, les prometió debate. “Si, les vamos a discutir porque nos sale la sabiduría de nuestros antepasados Tupac Amaru, Tupac Katari, Bartolina Sisa, Micaela Bastidas que han dado la vida por nosotros y de esa historia no se habla”.
Reclamó también que se hable de la historia verdadera de los pueblos originarios. “Vamos a salir a luchar por lo nuestro, por la tierra, y nuestro idioma. Queremos que en el bicentenario haya respuestas para nuestros hermanos. Ustedes verán estas caritas que nunca han salido de sus comunidades. La fuerza de ellos nos hace que sigamos adelante. Nos vamos a juntar con las otras columnas y vamos a decirles:¡estamos presentes, estamos vivos!
Después de almorzar un guiso de verduras emprendieron la marcha hasta la intersección de avenida Vélez Sársfield e Hipólito Irigoyen. Allí se realizó un acto que comenzó con la bienvenida a los visitantes de las distintas comunidades por parte del curaca comechingón, Ramón Aguilar.
“Hermanos, el curaca Ramón en nombre de la comunidad comenchingona de la provincia de Córdoba les da la bienvenida y se suma a la lucha de ustedes por recuperar las tierras que son nuestras pero que hoy pretenden quitarnos los nuevos colonizadores del siglo XXI”, afirmó emocionado el anfitrión.
En el palco hablaron Delfín Jerónimo, de Tucumán; el hermano Luis Ángel, de Chanet (Salta); el cacique Carlos Cruz, de Santa María (Catamarca) y la hermana Patricia Cruz, de Maimará (Jujuy), entre otros.
Las palabras de la jujeña Patricia conmovieron al público porque desde el corazón expresó su “felicidad por poder participar de esta marcha” de Pueblos Originarios y dijo sentirse reivindicada por “no ser discriminada por negra y por coya”, como ocurre en su provincia.
Patricia habló en nombre de su mamá que no pudo venir “porque está enfermita” y de sus nueve hermanos que “sobreviven” en la medio de una extrema pobreza en Jujuy, pero que tiene la esperanza de mejorar su calidad de vida.
Milagro Sala no subió al palco, pero acompañada por los referentes de la Tupac Amaru en Córdoba, Luciano Rossi, Sergio Costigliolo y Agustina Murcia, habló con los medios de prensa, ávidos por conocer su opinión sobre la marcha y otros temas.
La dirigente enfatizó que “estamos pensando llegar el jueves a la Plaza de Mayo para entregarle a la presidenta un petitorio muy importante porque allí le solicitamos que arbitre los medios para devolver las tierras a sus verdaderos dueños: los habitantes de los pueblos originarios, como así también frenar la contaminación del medio ambiente y además de que no se festeje más el 12 de octubre porque para nosotros ese día es un día de matanza".
Señaló que "el Bicentenario debe ser la oportunidad histórica para generar el acto de reivindicación que las naciones originarias esperan desde hace mucho tiempo y quiero aclarar porque una periodista me lo preguntó, que no nosotros no ocupamos tierras, sino que las tierras son nuestras, y por eso luchamos para recuperarlas”.
Afirmó que “estamos en contra de la contaminación del medio ambiente y de los desmontes porque atentan contra la vida humana por más que los poderosos nos quieran hacer creer otra cosa. Ya nos supieron vender espejitos de colores hace mucho tiempo y nos mataron a miles de hermanos…y ahora quieren repetir la historia pero contaminando y desmontando”, denunció.
La marcha, que se inició el pasado 12 de mayo en Jujuy con unas 2.500 personas, a las que se fueron sumando comunidades de Salta, Tucumán, ahora Córdoba y Santiago del Estero, llegará hoy martes a Rosario, luego se unirá a la columna del NEA para llegar a Buenos Aires el jueves.
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