La delegación de la CSA y del Consejo Sindical de Asesoramiento Técnico (COSATE) recomendó a la OEA que establezca un programa de desmilitarización extranjera y la suspensión de nuevas bases militares en la región. Sugiere además que se establezca un cronograma para el retiro de las bases.

La demanda sindical fue realizada ayer (6) durante el diálogo de los jefes de delegación de los países miembros de la OEA y los representantes de los trabajadores. La 40a Asamblea General de la organización se sesiona bajo el lema ’Paz, cooperación y seguridad en las Américas’.

Preocupa también a los líderes obreros la situación de violencia antisindical en Colombia y Guatemala. En 2010, 28 dirigentes y activistas han sido asesinados en Colombia. En Guatemala, fueron 42 asesinatos en los últimos dos años. Ninguno de los cuales ha sido individualizado o sentenciado.

La dirigenta Hortensia Gómez del Movimiento Sindical, Indígena y Campesino Guatemalteco, apuntó el alto grado de impunidad, violencia y persecución hacia la clase sindicalista en su país. Hortensia indicó que las mujeres son aún más discriminadas. Por otro lado, Víctor Pardo, de la Confederación de Trabajadores de Colombia, indicó que los derechos humanos deberían ser parte fundamental del análisis de la OEA, “más allá de los slogans”, comentó. (escuchar las entrevistas abajo)

La declaración sindical al encuentro de la OEA reafirma que “la profundización de la pobreza y las desigualdades han sido el caldo de cultivo para el surgimiento de fenómenos violentos” en las sociedades de América Latina. Contra esa realidad, los sindicatos exigen políticas públicas inclusiva y respeto a los derechos humanos por parte de los Estados.

Fuente: Gonzalo Berrón y Alexandre Praça, CSA.
Finalmente, los sindicalistas apuntaron que la situación en Honduras sigue siendo sumamente grave. El cuadro se ha agravado desde la asunción del gobierno de Porfírio Lobo con la escalada de asesinatos de periodistas, campesinos, sindicalistas y defensores de los derechos humanos. “Además de la violencia, ilegitimidad de la salida pergeñada por el gobierno golpista y su heredero en el poder, prolonga la inestabilidad del país y la región. Esto debe ser condenado explícitamente por la OEA manteniendo la suspensión de Honduras”, afirma la declaración.

El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, afirmó en la reunión que el respeto a los derechos de los trabajadores es un "aspecto fundamental de la democracia" en el continente americano. Un espacio de conversación entre la OEA y los trabajadores o sus representantes sindicales, insistió, "nos parecía fundamental".