Con el periodista Luis Mondragón que fue asesinado a balazos cuando estaba sentado en su casa frente a su hijo, ya son 9 los hombres de prensa asesinados en Honduras. Se suma a las más de 300 las agresiones contra opositores denunciadas desde que se concretó el golpe en Honduras. Consultado sobre el hecho, el ministro de Seguridad, Oscar Alvarez, al que rumores señalan como jefe de los escuadrones de la muerte afirmó que la víctima era “un ladrón de ganado”.

Bertín Alfaro, secretario general del gremio más fuerte y organizado de Honduras y uno de los principales referentes contra el golpe a Manuel Zelaya señaló “ningún crimen ha sido aclarado. La inseguridad crece. Cualquiera de nosotros puede ser el próximo en la lista de los sicarios”.

Anoche un compañero “fue asesinado a la salida de un canal de Televisión por dos sicarios que se trasladaban en moto. Han atentado contra el secretario general de la Central Unitaria de Trabajadores. Mucha gente debió escapar del país amedrentada por los escuadrones de la muerte”.

Alfaro señaló que “hemos solicitado hablar con el presidente Porfirio Lobo para pedirle garantías pero luego de eso, él mismo denunció un posible golpe en su contra. Es decir ni él está seguro. Después de eso se fue a Sudafrica a ver jugar a la selección”.

El dirigente justificó el aislamiento internacional del gobierno de Lobo, ya que “es una manera de presionar para que se vuelva a la verdadera legalidad”.

Cuando se le pregunta que sectores podrían estar interesados en un nuevo golpe de estado, el docente señaló que “la versión en este sentido se comenzó a escuchar luego que Lobo djjo que si era necesario que el ex presidente Manuel Zelaya volviera al país para que se terminara con el aislamiento del país, había que considerarlo”.

Los periodistas asesinados hasta el momento son Joseph Ochoa, del canal 51, David Meza, de Radio El Patio José Bayardo Mairena y Victor Juárez< de Radio Super 10 ; Nahum Palacios, de la Televisión de Agúan, Luis Chevéz de W105, Georgina Orellana de un canal de San Pedro Sula, Nicolás Asfura, periodista radial y Luis Mondragón.

Para Alfaro, “si se quiere buscar a quienes ordenaron los crímenes hay que decir que todos los compañeros asesinados estaban comprometidos con la democracia y los derechos del pueblo, también en varios casos se habían destacado por denuncia al narcotráfico”.

El dirigente señala que “mientras no se respeten los acuerdos de Tegucigalpa y los golpistas sigan enquistados en la Corte Suprema, la Fiscalia de Estado y muchos sectores del poder con el respaldo de la derecha y la oligarquia, no creo que haya paz ni garantías en Honduras.