A lo largo de casi 200 páginas, este material explora sobre el alta potencial de complementariedad energética que tienen los países miembros y asociados al MERCOSUR, y reflexiona sobre cómo eso podría optimizarse a través de un real proceso de integración regional.

“La Integración energética es un proceso en marcha cuyo propósito consiste en establecer mercados energéticos competitivos y confiables, que ofrezcan alta calidad de servicio al más bajo costo posible y potencien la competitividad de la región”, señalan en una de las conclusiones.

El informe agrega que hasta el momento los planes de integración consistieron en la ampliación de la conexión, cooperación o interconexión para el transporte de gas o electricidad, sobre todo para solucionar problemas nacionales coyunturales.

Pero todo eso ha sucedido sin que existan “políticas de largo plazo” tendientes a garantizar un desarrollo sustentable “no sólo desde el punto de vista económico, sino también social y medioambiental”.

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