En un emotivo acto ATEP homenajeó al ex conductor de esa institución con la imposición del nombre “César A. Zelarayán” al edificio donde funciona a sede central del gremio. Entre los presentes estuvieron el legislador José Alberto Cúneo Vergés, la legisladora Susana Montaldo, el Ministro de Economía Jorge Jiménez, la Ministra de Educación Silvia Rojkes, el Secretario de Trabajo Roberto Jiménez, el Secretario de Prensa de CTERA Alejando Demichelis, el Secretario General de la CTA Tucumán Salvador Agliano, la Secretaria General de APEM Isabel Ruiz y Martín Rodríguez de ATE, entre otros.

Entre carteles con leyendas que recordaban palabras de Zelarayán, bombos y sirenas, alrededor de 400 personas se congregaron frente al edificio de ATEP para recordar al dirigente gremial del sector docente que falleció el pasado 24 de diciembre, habiéndose desempeñado durante 20 años como Secretario General de ATEP.

“Hemos sido convocados para recordar la memoria de un hombre que durante más de 40 años ha transitado los caminos de nuestra provincia y nuestra patria en defensa de sagrados intereses, con la firme convicción de que con honestidad y esfuerzo se puede. Recuerdo que al primer gobernador que entrevistó le dijo: me preocupa el sueldo, las escuelas y su estado edilicio, los chicos que están en la escuela, pero mucho más me preocupan los chicos que no pueden ir a la escuela. ATEP es un gremio que con 60 años de vida institucional, nuestra tarea no es solamente defender el sueldo docente sino los intereses de toda la sociedad”, recordó el Secretario General de ATEP, David Toledo.

Por su parte, el Secretario de Prensa de CTERA señaló: “Queremos que los chicos o adolescentes vayan a la escuela, no para llenarlos de contenido, sino para que salgan de la escuela pública como hombres y mujeres pensantes, como ciudadanos, como participantes de la democracia. Es importante rescatar en todos los rincones del país a los hombres y mujeres que pusieron un granito de arena en nuestras historias. En la memoria de las entidades siempre tienen que estar presente aquellos hombres que han dado su vida por la educación publica, como también lo fue Isauro Arancibia, y que forman parte de la historia de ATEP, este sindicato tan importante que le ha dado tanto a la educación publica argentina”.

Su hermana Cira Zelarayán destacó que “Cesar fue un ejemplo de vida y fue un hombre con aristas humanas, con la ética que se necesitaba, luchó incansablemente por la defensa de la escuela pública y de los trabajadores. Porque defendiéndolos se conglomeraba esa idea de una educación en igualdad de oportunidades para todos, esa idea no era utópica. Acérrimo enemigo de la ley Federal de Educación, que fue un símbolo del neoliberalismo. Por eso recibió con alegría la sanción de la nueva ley Nacional de Educación que junto con una ley de Financiamiento Educativo permitirá concretar una educación más igualitaria”.

“Conocí a Cacho, de quien puedo decir que tuve el honor de ser amigo, en 1973 cuando era vocal del Consejo de Educación y que le permitió, desde ese puesto de lucha, recomenzar la reconstrucción de la educación publica en nuestra querida provincia. Realmente era un constructor social, un arquitecto capaz de tener cualidades de gladiador para defender los intereses del sector docente con la responsabilidad social tremenda de cuidar la educación. Hay hombres que tienen fortaleza porque tienen ideas pero él era invisible porque tenía ideales”, expresó durante el acto Cúneo Verges.
Para Salvador Agliano “Cacho fue un docente, una gran persona y un representante de su familia, de los docentes, de sus alumnos y su carácter. Fue un gran representante de la lucha de todos los trabajadores tucumanos por la reivindicación de sus derechos”.