Internacionalismo de clase
Comenzó en Venezuela el III Encuentro Sindical de Nuestra América
Jueves 22 de julio de 2010

Con la presencia de los dirigentes de la CTA Víctor Mendibil, José Urreli, Carlos Chile y el secretario adjunto de ATE nacional, Julio Fuentes, entre los representantes de 300 organizaciones obreras, comenzó ayer en el III Encuentro Sindical de Nuestra América, que abrió sus puertas en Caracas para reflexionar acerca de los desafíos en pos de la unidad y la lucha contra el capitalismo.

Previo al inicio del foro, que debatirá también sobre los cambios políticos y sociales de la región, Caracas fue escenario de las celebraciones por los 65 años de la Federación Sindical Mundial, que agrupa a centrales de trabajadores y asociaciones sectoriales.

Durante las sesiones del plenario se expondrán las experiencias de Venezuela, que cabalga contra las corrientes capitalistas causantes del desempleo y otros flagelos, confirmó el coordinador del encuentro, Marco Tulio Díaz.

La clase obrera venezolana no puede descuidarse ante las pretensiones de la derecha de sabotear el proceso de cambios protagonizado por los trabajadores, subrayó.

Los asistentes a la cita, que concluirá mañana, propondrán la creación de un centro de estudios de Latinoamérica y el Caribe para contribuir a la defensa de los derechos de los obreros.

Necesitamos formar líderes gremiales y trabajadores críticos que velen porque sus derechos laborales y los de sus compañeros se cumplan, que promuevan y defiendan el cambio del modelo de producción capitalista por uno socialista e igualitario, sentenció el dirigente sindical uruguayo Leonardo Batalla en declaraciones a la Agencia Venezolana de Noticias.

El canciller venezolano, Nicolás Maduro, destacó la trascendencia de las conversaciones de representantes sindicales en Caracas, capital que se convertirá en un punto de confluencia de fuerzas progresistas de la región.

La convocatoria

"Engendrada por las propias contradicciones del sistema capitalista y su agotado modelo neoliberal, la actual coyuntura nos sitúa ante una etapa de profunda crisis global, aún no superada y cuando resulta evidente la contraofensiva imperial en su afán por sostenerse.

El actual orden económico mundial, expresado en su sistema de relaciones económicas e instrumentos de dominación, fundados en el libre comercio, la especulación financiera, la depredación del medio ambiente, el uso indiscriminado e irresponsable de las fuentes energéticas no renovables, la insuficiente producción de alimentos y su desigual distribución, el poder de las trasnacionales, el uso de las armas para imponer su voluntad, entre otros, resulta insostenible, llevando a millones de seres humanos a limites extremos de pobreza y exclusión social, y donde los intentos por revertir dicha situación a través de los viejos y tradicionales esquemas e instrumentos capitalistas, redundan en su propia vigencia y agudización.

Inserta en esta coyuntura, América Latina está expuesta a consecuencias aun impredecibles, pero a la vez resulta la región donde se expresan mayores posibilidades de hacerle frente y atenuarla, partiendo de la existencia de dinámicas políticas que han favorecido procesos transformadores, con mayor o menor grado de profundidad, emprendiendo experiencias de procesos integracionistas de nuevo tipo, fundadas en la complementariedad, la solidaridad, la cooperación no condicionada, donde lo económico apunta a la equidad, el comercio está dotado de sentido justo y posee el sello novedoso de la autenticidad y autonomía latinoamericana y caribeña, sin mediación e interferencia de los instrumentos financieros y comerciales al servicio del capitalismo.

Es en estas circunstancias y en el marco de varias celebraciones del bicentenario de la independencia de nuestro continente, que convocamos al III Encuentro Sindical Nuestra América, a desarrollarse los días 22, 23 y 24 de julio de 2010, en la ciudad de Caracas, Venezuela.

Es por ello y rescatando los acumulados de encuentros anteriores desarrollados en Quito y Sao Pablo que, el Comité Organizador de dicho encuentro, llama a las organizaciones de trabajadores, sus sindicatos y al conjunto de las organizaciones sociales latinoamericanas, a participar del mismo, con el objetivo de continuar ampliando y profundizar en la construcción de estrategias, acciones de luchas y alternativas propias y conjuntas que posibiliten enfrentar y superar la actual etapa de crisis y potencien la participación social en los procesos de cambio que se operan en nuestra región, como clara expresión de nuestro compromiso con los mismos.

El Comité Organizador del III Encuentro Sindical Nuestra América, llama igualmente a todos aquellas organizaciones que se identifiquen con los principios que animan la construcción de este espacio articulador, a hacer suya la presente convocatoria y a expresarlo con su adhesión a la misma.

Venezuela 2010, nos ofrece una nueva oportunidad de contribución en la necesaria batalla que todos debemos y podemos librar frente a la actual contraofensiva hegemónica del sistema capitalista.

Declaración de Principios.

I. Una cantidad importante y nunca suficiente de trabajadoras y trabajadores de nuestra América, hemos conformado un espacio de unidad, debate, reflexión y coordinación con el fin de contribuir a la unidad de acción, la solidaridad y la lucha de nuestra clase toda.

II. No preguntamos de donde vienen, queremos – juntos – direccionar hacia dónde vamos junto a nuestra clase y nuestros pueblos. Queremos contribuir con nuestra lucha, para la urgente y necesaria justicia social ligada a la definitiva liberación de nuestra América.

III. A ella están convocados todos los luchadores y todas las organizaciones sindicales y sociales con base de trabajadores que defiendan los intereses de clase, sin importar su afiliación internacional.

IV. Este espacio no tiene una junta directiva con distribución de cargos, mas tiene un grupo de trabajo coordinador renovable en cada encuentro, donde existe una trinchera de lucha lo más amplia y representativa posible.

V. Abrazamos los intereses comunes de nuestra clase, todas las formas de lucha y proponemos esforzarnos en lograr la necesaria unidad de acción de todas las organizaciones existentes, sin competir con ellas. Somos internacionalistas.

VI. Venimos desde lo más profundo de nuestra historia; recogemos la rebeldía de nuestros próceres libertadores, acumulamos la experiencia de miles de batallas libradas por los trabajadores, estudiantes, pensionados, mujeres, indígenas, negros y campesinos a lo ancho y lo largo de nuestra América. Creemos en el socialismo como sistema para el desarrollo humano.

VII. Por eso ante el permanente acecho del imperialismo y en medio de diversas crisis del capitalismo; rescatamos el ascenso de la lucha de clases que generan la elevada conciencia política que posibilitan tener hoy, procesos revolucionarios y gobiernos de izquierda.

VIII. Podemos, debemos y queremos ser parte de este tramo de la historia, la transformación de Nuestra América pasa necesariamente por la integración económica, política y social de nuestros pueblos en la región.

IX. La defensa de la Democracia , la autodeterminación de los pueblos y la participación activa en los procesos de transformación social que vive nuestro continente".

Y finaliza: "La unidad de acción de los trabajadores organizados es una herramienta fundamental para profundizar los cambios indispensables, para promover un desarrollo soberanos de nuestros pueblos, que eleve el nivel de vida, redistribuya la riqueza, elimine las desigualdades sociales, promoviendo la integración soberana de nuestra América rumbo a su liberación".

Fuente: Agencia Prensa Latina

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