La delegación sindical manifestó su interés en formalizar durante los próximos seis meses una relación de alto nivel con el Parlasur para consensuar, entre otros temas, que la Declaración Sociolaboral del Mercosur, aprobada en la cumbre de Brasilia de 1998, se convierta en una “herramienta utilizable” en los cuatros países que integran el bloque regional.

Aguirre explicó que en el Cono Sur las altas tasas de sindicalización han aportado al fortalecimiento de la democracia y que la integración entre los trabajadores de la subregión, organizados en la Coordinadora de Centrales Sindicales del Cono Sur, está en un “nivel óptimo” que en la Guerra Fría “no existía”.

El titular de la CCSCS resaltó la experiencia acumulada por el Parlasur en materia de integración; se refirió al acuerdo de asociación entre Unión Europea y el Mercosur (“no hay asimetrías sino desigualdades”), y reiteró la vocación de los trabajadores organizados para que la región se consolide como una zona manufacturera.

“Tenemos que trabajar en forma conjunta para el cambio de estatus de la Declaración Sociolaboral, y consideramos que la preparación de la próxima cumbre (en Brasil) es el momento oportuno para avanzar. Estamos en un tiempo excepcional y justamente no queremos perder tiempo”, continuó Aguirre, para quien “sería interesante” que el Parlasur y los trabajadores lleven “posiciones comunes” a la Cumbre de las Partes para el Cambio Climático (COP 16) que se efectuará en Cancún en diciembre.

Después de esta primera intervención, la respuesta que llegó desde el órgano legislativo fue alentadora. “Llegaron en el mejor momento y al mejor lugar, porque nosotros también los necesitamos”, manifestó el presidente del Parlasur, el senador argentino José Pampuro.

También intervino, en representación de la delegación parlamentaria, el diputado brasileño doctor Rosinha. El legislador del gobernante Partido de los Trabajadores (PT) se puso a las órdenes para seguir este proceso de cerca junto a la CCSCS, y propuso generar un ámbito de trabajo con la Comisión de Asuntos Laborales, cuya presidencia la asumirá en breve la delegación argentina.

Rosinha marcó además que podría sumarse a este trabajo de seguimiento conjunto la nueva presidencia del Parlasur, asumida por el brasileño Aloissio Mercadante, también del PT.

Acompañando la delegación sindical, Andrés Larisgoitia, responsable de Mercosur de la Secretaria de Relaciones Internacionales de la CTA comentó que se está empezando a discutir el estatus jurídico de la Declaración Sociolaboral entre los actores involucrados. “La idea es llegar a un acuerdo político para que se convierta en una herramienta utilizable. Hoy tenemos una situación de desigualdad, porque sucede que en algunos casos jueces de la Argentina utilizan la declaración como norma y en Brasil no pueden hacerlo, porque una declaración no es suficiente. Hay que poner el acelerador para hacerla efectiva”, continuó.

La CCSCS, según recordó, se comprometió con la integración en la subregión incluso antes que el Parlamento. “Hemos tenido paciencia y nos congratulamos con los avances en materia comercial de la última Cumbre de San Juan. Pero entendemos que este es el semestre para lograr avances en materia social”, subrayó el dirigente de CTA.

Otro tema que los referentes de la CCSCS pusieron sobre la mesa fue la importancia de la aplicación del Convenio 102 de OIT, que refiere a las normas mínimas en seguridad social, y que está ratificado en Brasil y Uruguay, tiene media sanción en Argentina (lo aprobó el Senado), mientras que en Paraguay recién se instaló en el debate parlamentario.

“Hay que ayudar a cerrar el circuito, porque así estaríamos teniendo una de las pocas regiones en la que todos los países ratifican un derecho fundamental”, señaló Aguirre, que también destacó los posibles aportes que puedan hacer en estos temas desde entidades como la Asociación Latinoamericana de Abogados Laboralistas (ALAL)

En este punto, Aguirre hizo un repaso de la situación en todo el continente americano: “Partimos de una realidad continental con muchas desigualdades. Estados Unidos quiere dirigir las migraciones a través de la Ley Arizona, Centroamérica tiene una tasa de sindicalización de 1% y donde es más barato pagar un sicario que discutir con un dirigente, y luego tenemos una región como la nuestra, con la ventaja de tres países (Brasil, Argentina y Uruguay) con negociación por rama de actividad, y todo el resto con negociación por empresa”,

El secretario general piensa que es “muy difícil” consolidar las democracias latinoamericanas si no se respetan “derechos ciudadanos básicos”, y en esta materia las organizaciones aliadas del sur “tienen mucho para aportar” a otras regiones. “Los empresarios tienen un buen lobby para achicar derechos, y a nosotros nos interesa mejorar nuestro lobby con los objetivos de la consolidación democrática”, agregó.