Las familias cansadas de experimentar la inestabilidad de no tener casa propia, provocada por la pobreza de recursos económicos por los bajos y miserables salarios de hambre que sufre el sector rural, en especial el de contratistas de viñas, deciden organizarse y tomar un terreno fiscal del ferrocarril que hace no menos de 20 años que está abandonado para ahí mismo construir sus viviendas.

EDREC-CTA Rivadavia en la provincia de Mendoza, decide apoyarlos y emprende un nuevo camino de construcción revolucionaria entre los más pobres y postergados de la Rivadavia, los trabajadores rurales. Es así, que organiza a la comunidad, nombrando delegados para que sean la voz y la referencia directa ante las autoridades municipales enmarcados como delegados vecinalistas de la CTA.

Entre picos, palas, zapas, alambre y entusiasmo de todos, fueron midiendo lote a lote y tomando la tierra. Caminan hacia la tierra propia y la consecuente vivienda propia. De esta manera, los trabajadores recuperan la Dignidad y se sienten más libres frente a patrones que utilizando el "favor" de prestar la casa de la finca, para que ahi trabajen, los explota pagando salarios de hambre y si se quejaran de la mala paga, los hechan sacándole la casa, dejando en la calle a su familia entera. Ahora con la Esperanza firme de casa propia, muchas cosas pueden cambiar.

A ejemplo del Distrito de Andrade, donde EDREC-CTA Rivadavia, va logrando paso a paso revindicaciones claras y concretas, como ya lo es la cada vez más cercana propiedad de la tierra, sigue sembrando la Liberación que la Constituyente Social predica en sus lineamientos centrales.

Ahora que hemos recuperado la CTA, también decimos ahora más que nunca la Constitiyente Social comienza a construir el espacio político que vaya agrupando al pueblo hacia una liberación total.