La apertura de este nuevo encuentro mundial sobre el cambio climático fue el 4 de octubre con las palabras del Intendente de Tianjin. Luego tomó la palabra la secretaria Ejecutiva de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), Cristiana Figueres, quien hizo hincapié en la necesidad de evitar que el multilateralismo sea visto como un “callejón sin salida” e instó a las partes a evitar que los impactos del cambio climático borren los avances del desarrollo.

Dos son las actividades centrales que se realizarán en esta ciudad china hasta el 9 de octubre: el período 14 de sesiones del Grupo de Trabajo Especial sobre Nuevos Compromisos de las Partes del Anexo I en el marco del Protocolo de Kyoto (GTE-PK 14) y el 12º período de sesiones del Grupo Especial de Trabajo sobre Cooperación a Largo Plazo en el marco de la Convención (GTE-CLP 12).

Joaquín Turco, colaborador de la Secretaría de Relaciones Internacionales de la CTA en estas temáticas, informó que la CMNUCC se pronunció “a favor de establecer un grupo de decisiones de que podrían incluir marcos para la adaptación y la transferencia de tecnologías, un mecanismo financiero y el lanzamiento de una fase de preparación para la reducción de emisiones de la deforestación y la degradación de los bosques en los países en desarrollo (REDD)”.

Asimismo destacó que estas cuestiones no pueden avanzar “si no hay claridad sobre temas de gran sensibilidad política, entre las que se incluyen el financiamiento de rápido inicio, el futuro del Protocolo de Kyoto, la normalización de los compromisos asumidos con anterioridad por las partes, el financiamiento a largo plazo y un entendimiento de la `justicia’ para guiar el trabajo a largo plazo”.

En cuanto a la apertura de las reuniones del GTE-CLP, la titular del espacio sentenció que este período decide “lograr o fracasar en el intento de llegar a un resultado de Cancún”. Al respecto, Turco dijo que en este espacio “se viene de una situación difícil ya que se está trabajando un texto de negociación que proviene de la evolución de un documento presentado por la Presidente que fue calificado por muchos países en desarrollo como desequilibrado y que mereció modificaciones sustanciales en agosto de 2010”.

Sobre el plenario de apertura del GTE-PK, el G-77 (Grupo de los 77 países en vías de desarrollo) más CHINA, expresaron su preocupación “por el lento progreso en la adopción de conclusiones sobre la escala de las metas de reducción de emisiones” y puso de relieve “la insuficiencia de los compromisos actuales y dijo que el texto actual se debe utilizar como base para las negociaciones”.

El colaborador de la Central de Trabajadores de la Argentina subrayó que en el caso de la Unión Europea pidió “un ambicioso régimen post 2012 e hizo hincapié en su preferencia por un único acuerdo jurídicamente vinculante que incorpore los elementos esenciales del Protocolo de Kyoto”. Sin embargo, subrayó su flexibilidad en torno a un segundo período de compromiso como parte de un acuerdo global legalmente vinculante, con una "justa porción" de las reducciones de emisiones realizadas por los países del Anexo I que no son parte del Protocolo de Kyoto y otros grandes emisores.

En este ámbito las organizaciones no gubernamentales (ONGs) y los sindicatos también tuvieron la oportunidad de plantear su posición respecto a ciertos temas.

Las primeras reclamaron que se tomen los recaudos necesarios “para que se evite la pérdida de medios de subsistencia para las poblaciones involucradas” y los segundos demandaron “una transición a una economía baja en carbono que respete los trabajadores”.

Unos 3.000 delegados de 170 países continuarán hasta el próximo sábado 9 debatiendo sobre la temática.