Desde las 15.30 horas del día miércoles hasta las 13 del jueves, momento en que se sumaron a la convocatoria de la CTA Capital, los compañeros del MOI realizaron un acampe en el que, entre otras actividades, hicieron asambleas correspondientes a las cooperativas y clases públicas del Bachillerato Miguelito Pepe.

“Llevamos varios meses de negociación, mostrando buena voluntad para poder destrabar el ahogo financiero en que se encuentran los proyectos de la Ley 341. Pero como esto no se resolvía y nosotros sabemos dónde están los inconvenientes, decidimos llevar adelante la medida del acampe. El resultado pareciera que ha sido bueno porque nos han hecho saber que el lunes o martes estarían acreditando el 15% de adelanto financiero. Si bien no queremos festejar hasta que veamos la plata acreditada en las cuentas, en principio la medida ha servido para instalar que nuestras cooperativas son la gente que está peleando por su casa, son los puestos de trabajo de la cooperativa de trabajo, son la vivienda como bien de uso y no como mercancía de negocio, por eso la gente lo sostiene con el cuerpo y con alegría, como se vio ayer.”, relató Carla Rodriguez, del MOI-CTA y secretaria de Acción Social electa de la CTA Nacional, al tiempo que comenzaba la movilización hacia la Legistura.

En cuanto a las consecuencias que tuvo el incumplimiento del Artículo 31 de la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires, “que reconoce el derecho a una vivienda digna y a un hábitat adecuado”, la compañera explicó: “ El no recibir el dinero significó cuatro meses de obras paradas arbitrariamente, porque la capacidad de producir está y se está produciendo al costo, con viviendas de mejor calidad. Entonces, eso genera un gran desaliento, pérdida de puestos de trabajo en el caso de la cooperativa de trabajo y desaliento en los cooperativistas de vivienda.”